Mujer Garífuna hondureña revive la cultura a través de la venta de casabe


Mujeres Garífunas haciendo casabe. (Foto de Lina Martínez)
Lina Martínez es una mujer que ha roto el molde
Lina es Garífuna, un grupo étnico de Honduras que desciende de los esclavos africanos. También es una madre soltera de tres niños, una líder comunitaria y una empresaria con un gran sentido para los negocias que sabe tomar riesgos.  Ha logrado vender casabe con mucho éxito en Estados Unidos y en Japón, y en el proceso ha ayudado a otras mujeres Garífunas.
Martínez, como todos en la comunidad Garífuna, ha luchado por mantener sus raíces entre una población que cada año es menor. Muchos Garifunas ha migrado a los Estados Unidos y se han olvidado de sus tradiciones.  Los jóvenes muestran muy poco interés en mantener sus tradiciones.  En las reuniones sociales de su comunidad casi solo participan los adultos y las mujeres.
Pero Martínez estaba determinada a utilizar sus raíces y su tenacidad como madre soltera para tener una vida mucho más solvente.
En 1985, fue la primera mujer Garífuna en ser becada por el programa de Becas para la Paz de la USAID.  Tres años después Lina Martínez obtuvo una Licenciatura en Administración de Empresas de la Universidad de Harding en Searcy, Wisconsin.
Martínez regreso a Honduras con la visión de generar empleo e ingresos para las mujeres Garifunas.  Pero su sueño tuvo que esperar, ya que ella tenia tres hijos que criar.  Muchas veces tuvo que tomar empleos para poder satisfacer sus necesidades.
En 2004, cuando sus hijos ya eran adolescentes, se mudo a la ciudad de La Ceiba, en el norte del país y comenzó a reclutar mujeres que tuvieran conocimiento de las tradiciones Garífuna. Ella sabia que uno de los problemas de los Garifunas era la perdida de sus raíces, y decidió que era importante mantener y fortalecer estas raíces. Fundo la Asociación Hondureña de Mujeres Productoras de Casabe, con 20 familias. Rápidamente se involucraron en la producción de casabe y comenzaron a fortalecer sus tradiciones y cultura.
Martínez les enseño a las mujeres como los grupos no Garifunas llevaban a cabo negocios con el casabe, y le motivo a generar en la comercialización de casabe.
Para 2007, Martínez había influenciado a casi todas las comunidades productoras de casabe en el norte de Honduras. A la fecha ha dado consejería a más de 300 mujeres en el Grupo de Comercialización de Casabe. Hoy día, practica lo que predica a través de su propia marca de Casabe, “O’ Big Mama”(O, Gran Mama), en la que emplea a ocho familias. Con las operaciones que conduce desde su casa, ha logrado vender el Casabe en los mercados de los Estados Unidos y Japón.
Hoy día, Martínez continúa promoviendo el desarrollo entre las Mujeres Garífuna. Ella les motiva a que participen en proyectos que promuevan el auto crecimiento y mayores ingresos. Ella ha viajado por todo el mundo contando su historia y vendiendo su delicioso casabe.
Lina es Garífuna, un grupo étnico de Honduras que desciende de los esclavos africanos.  También es una madre soltera de tres niños, una líder comunitaria y una empresaria con un gran sentido para los negocias que sabe tomar riesgos.  Ha logrado vender casabe con mucho éxito en Estados Unidos y en Japón, y en el proceso ha ayudado a otras mujeres Garífunas.
Martínez, como todos en la comunidad Garífuna, ha luchado por mantener sus raíces entre una población que cada año es menor.  Muchos Garifunas ha migrado a los Estados Unidos y se han olvidado de sus tradiciones.  Los jóvenes muestran muy poco interés en mantener sus tradiciones.  En las reuniones sociales de su comunidad casi solo participan los adultos y las mujeres.
Pero Martínez estaba determinada a utilizar sus raíces y su tenacidad como madre soltera para tener una vida mucho más solvente.
En 1985, fue la primera mujer Garífuna en ser becada por el programa de Becas para la Paz del Gobierno de los EE.UU. a través de la USAID.  Tres años después Lina Martínez obtuvo una Licenciatura en Administración de Empresas de la Universidad de Harding en Searcy, Wisconsin.
Martínez regresó a Honduras con la visión de generar empleo e ingresos para las mujeres Garífunas.  Pero su sueño tuvo que esperar, ya que ella tenia tres hijos que criar.  Muchas veces tuvo que tomar empleos para poder satisfacer sus necesidades.
En 2004, cuando sus hijos ya eran adolescentes, se mudó a la ciudad de La Ceiba, en el norte del país y comenzó a reclutar mujeres que tuvieran conocimiento de las tradiciones Garífuna.  Ella sabia que uno de los problemas de los Garífunas era la pérdida de sus raíces, y decidió que era importante mantener y fortalecer estas raíces. Fundó la Asociación Hondureña de Mujeres Productoras de Casabe, con 20 familias. Rápidamente se involucraron en la producción de casabe y comenzaron a fortalecer sus tradiciones y cultura.
Martínez les enseñó a las mujeres como los grupos no Garífunas llevaban a cabo negocios con el casabe, y le motivo a generar en la comercialización de casabe.
Para 2007, Martínez había influenciado a casi todas las comunidades productoras de casabe en el norte de Honduras.  A la fecha ha dado consejería a más de 300 mujeres en el Grupo de Comercialización de Casabe.  Hoy día, practica lo que predica a través de su propia marca de Casabe, "O’ Big Mama"(O, Gran Mamá), en la que emplea a ocho familias.  Con las operaciones que conduce desde su casa, ha logrado vender casabe en los mercados de los Estados Unidos y Japón.
Hoy día, Martínez continúa promoviendo el desarrollo entre las Mujeres Garífunas.  Ella les motiva a que participen en proyectos que promuevan el auto crecimiento y mayores ingresos.  Ella ha viajado por todo el mundo contando su historia y vendiendo su delicioso casabe.

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